Lugares mágicos, donde perderse.

Y correr y correr, no pensar en el paso del tiempo y no preocuparte por nada. Eso es lo que me lleva  a este paisaje, lleno de amapolas.

Que inspiración, que libertad. Y vuelves a caer en más libertad y te vas a otro tiempo, donde no hay reloj, donde no hay preocupaciones, donde solo escuchas la naturaleza y sientes el olor del aire fresco por todo el cuerpo, miras al cielo y solo hay tranquilidad, como estas flores que reposan tranquilas esperando que alguien las mire. No hay más qué decir..

Foto realizada en campos de Lleida, Barcelona. Un día muy soleado de Mayo.